EL QUE CREO EL TERROR
EN ANCASH (Parte II)
Allí en el barrio el
progreso, donde se ubicaron todos los migrantes de la zona andina
ancashina, conoció a muchos amigos, como su tocayo César hijo de
migrantes sihuasinos, se enamoró de la hermana de éste, pero le
dijeron que tenía su enamorado que era colombiano, solo después se
enteraría que era la mujer de uno de los líderes de sendero de
luminoso, a quién vio por el barrio del Carmen en donde vivía su
tocayo, a veces se encontraban. Sólo converso esporádicas veces
percibiendo que era una persona muy preparada a pesar de sus jóvenes
años de vida, su aire de intelectual, por las gafas que portaba
siempre y de la cual nunca se descuidaba le dieron esa sensación. Ya
muchos años más tarde cuando cayó preso el aprovecharía por
enamorar a dicha mujer que después sería su esposa, en confianza le
contaría : Quién fue ese personaje al que nunca más vio ni se
acercó a ella. Por esos tiempos su amigo César se había inscrito
en el partido aprista y como activo militante los compañeros le
consiguieron una plaza como profesor en el colegio Micaela Bastidas,
donde enseñaba artesanía. Él le invitó al partido e ingreso por
su cuerpo robusto y su cara de inocente a que integre al cuerpo de
disciplina que no era más que el cuerpo de los búfalos, cuerpo de
choque del partido aprista. Integrando ese cuerpo de choque aprendió
como se eliminaba físicamente a los enemigos políticos, sean de
izquierda o de otra índole, controlaban muchos sindicatos a quienes
tenían que poner orden y conseguir los cupos que servirían para
solventar sus campañas políticas y seguir manejando políticamente
todos los municipios de la región.
Probarían de todo,
organizaban invasiones, luego vendían los lotes de terrenos a los
necesitados, agenciándose de dinero, una parte; la otra le
entregarían a los jerarcas provinciales de su partido, si había
algún problema legal, los compañeros jueces y fiscales les sacaban
del atolladero. Así fue siempre decían, ya que el partido tenia
copado todo el sistema judicial en todo el país, por ello trabajaban
(eufemismo de decir que hacían trabajo delincuencial) sin ningún
temor, a sabiendas que el poder judicial los liberaría de toda
culpa. Así fue en todo el tiempo, por ello eran conocidos, pero eran
sus excesos muy notorios, para ello crearon otro organismo electoral
de fachada para poner allí a su gente de confianza y entregarles una
alcaldía, en donde el fue impuesto como regidor, pero a la par antes
se había fogueado integrando el escuadrón del chito Ríos. Tenían
anuencia de todo el aparato partidario y cuando olían a cualquier
rabanito, zas lo desaparecían, después lo hacían aparecer como si
hubiera sido de sendero luminoso, lo mismo hicieron en la zona
andina, como en la selva. Total no les iba a pasar nada. Y así fue.
Solo algunos del escuadrón fueron detectados por el periodismo, pero
otros no. Ya que con el asesoramiento de jueces y fiscales apristas
echaron al olvido las pruebas, si eran periodistas, eran perseguidos
por el sistema judicial que es aprista. Después de esa etapa, es que
organizaron en el Santa una organización política que dependía
realmente del partido aprista y con el cual se hicieron del poder en
el Santa.
Sólo una vez le asaltó
su conciencia y el miedo a morir, eso sucedió cuando ya estaba con
la chiquilla del líder senderista. Estaba haciendo pintas a favor de
su partido con un grupo de jóvenes, cuando vieron aparecer a un
grupo de hombres, delante iba un señor delgado, con lentes, se
dirigió hacia él, el resto tomó las de Villadiego pues conocían
quienes eran y era preferible irse a buen recaudo. Se quedó
petrificado, no atinaba a nada, pero sintió que su sistema que
gobierna sus necesidades físicas no le respondía y algo caliente se
desparramaba por sus entrepiernas, era algo líquido, el terror lo
dominaba. Su cara empezó a transformarse, cualquiera que lo hubiera
visto, hubiese creído que esa persona pronto iba a morir. Nunca
pensó en nuevamente en encontrarse con aquel joven. Sintió asimismo
el frio de la pared, percibió como lúgubremente se colaba en sus
vestimentas el frio intenso de la madrugada, más a eso se sumaba la
humedad de su auto micción. Seguía acercándose y su terror
aumentaba. Hasta que al fin lo tuvo frente a frente; vio sus ojos
rasgados, negros intensos, su sonrisa que le prodigaba. Eso le
desarmó completamente, solamente escucho que le dijo:¿Por qué te
preocupas Cesar?, lo que pienses, nunca lo voy a ser, mi lucha es por
otra cosa. Nunca por mujeres, ni siquiera por dinero; eso solo lo
hacen los que piensan contrario a nosotros. Su cuerpo retomo el color
de siempre y su espíritu regreso a su cuerpo. Le siguió mirando a
los ojos y se fue con el séquito que le seguía, perdiéndose en la
bruma de las calles polvorientas de ese barrio marginal.
Después de ese
incidente que lo marco para siempre, pero siguió su vida, no así a
nuestro informante, que no comprendía, ¿Cómo un joven con mucha
inteligencia, no le interesaba más que la justicia en su nación? En
cambio Cesar siguió con más ahínco en su labor de hacer dinero a
como dé lugar, desde la política. Después supo que ese joven
fallecería en la isla el frontón. Se alejó aún más de su amigo
Cesar, aunque esporádicamente lo visitaba, sabía que estaba a cargo
de la distribución clandestina de arroz, azúcar, aceite, leche que
se daba a través de los almacenes conocidos como ENCI. Lo recibía,
pues ya tenía familia, le agradecía, pero en lo interior le dolía
pues muchos de sus vecinos estaban días enteros haciendo cola para
poder comprar algunos kilos, para toda su familia; de productos que
escaseaban por la crisis económica que había desatado el APRA. Si
Cesar se podía que había mejorado su situación económica, ya que
conocía a muchos de la cúpula, con quienes manejaban cosas muy
secretas desde que era un búfalo, o cuerpo de seguridad del APRA y
ahora aún más, que eran los consentidos del ministro mantilla. En
casa de su suegra almacenaba ingentes cantidades de los productos,
que se expedía en ENCI, y de allí el también los comercializaba y
entregaba a muchos del aparato estatal, como funcionarios públicos,
jueces fiscales y todo aquel que tuviera que ver con el estado.
Inclusive infiltraron la poderosa siderúrgica de Chimbote conocida
como SIDERPERU, y empezaron a vivir de ella. Así Cesar pudo
trasladarse a una urbanización con más renombre como era Laderas
del Norte; donde vivían la clase media de Chimbote, asi dejaba su
antiguo barrio y creía también de su mala suerte. Iba rumbo hacia
otra faceta de su vida, pero con las mismas costumbres de la anterior
vida. Él se fue retirando conforme iban viendo como ese gran partido
que creían que era, se fue corrompiendo aún más, le asqueaba en lo
que muchos se convirtieron, como protegieron con uñas y dientes a
sus líderes a que sigan impunes de sus crímenes.
Nuestro informante bajo
su mirada hacia abajo, se detuvo en pensar, como si el suelo le
pudiera decir algo que necesitaba para seguir con su relato de lo que
era verdaderamente la bestia, como había llegado a esa situación,
por supuesto que tenía sus maestros, ellos estaban allí en el
partido aprista peruano. Alzo nuevamente su vista y dijo: Si Cesar ha
llegado donde está, es porque tuvo maestros que eran muy buenos,
pero ellos se cuidan y han tomado a Cesar como chivo expiatorio, pues
el APRA es la organización criminal más grande del Perú, que más
bien, del mundo. Me miro a mis ojos repitiéndome seguidamente. César
es solo un chivo expiatorio con la finalidad de salvar al delincuente
mayor, que fue su jefe hace años, pues a ellos sirvió siempre. Sus
palabras resonaban a amargura y desengaño. Pero siguió relatándome
con más amargura aun que antes. Me refería que Cesar aprovechaba la
ocasión para acomodar a su familia. Incluso sabe que uno de su primo
paterno le consiguió el título de ingeniero civil con la finalidad
que tenga una empresa constructora y obtenga todas las licitaciones
de provias, pues allí también tenía gente que le colaboraba, eso
en el segundo gobierno de su amigo y mentor, donde desataría toda la
escuela que de el aprendió. Allí también conocería a otro aprista
que se infiltro en un pequeño partido del famoso Popy Olivera. Eso
era su táctica del aprismo, la de infiltrar en otros partidos a
cualquier elemento para poder saber qué es lo que tramaban y así
después tener elementos con que negociar.
Juan Esteban Yupanqui Villalobos
http://juanestebanyupanqui.blogspot.com.es/